Antes de ir a una entrevista reflexiona sobre estos seis temas. Es posible que los seleccionadores no te los pregunten de manera directa, pero definitivamente buscarán este tipo de información. A continuación las preguntas que debes hacerte y algunos tips para responder con soltura y causar una buena impresión.
La persona que te entrevista ya leyó tu currículum. Es importante que des a conocer las características que no plasmaste en papel: tus habilidades blandas, tus experiencias, tus valores y principios. Deben ser atingentes al cargo (si estás postulando a cajera en un banco, no es crucial que seas creativa artísticamente). En estas situaciones se agradece la honestidad. Demuestra cuáles son las características que te hacen única. Respaldar lo que digas con ejemplos concretos en el ámbito laboral (no digas que tienes liderazgo si nunca has tenido gente a cargo o no has liderado una organización seria).
Lo primero que debes tener en cuenta es que nadie es perfecto, por lo tanto se busca que seas suficientemente honesta y reflexiva. No sirve decir debilidades que a la vez pueden ser fortalezas (“soy excesivamente trabajadora” o “soy muy autoexigente”). Lo que buscan es saber cómo reaccionas frente a tus equivocaciones, si tienes la capacidad de asumir tus errores, reflexionar sobre ellos y remediarlos. Pero tampoco te pases de la raya quedando como la peor postulante. Piensa en cosas que sean fáciles de intuir. Por ejemplo, “me falta experiencia en esta área”, “nunca he tenido gente a cargo”, o “mi inglés está un poco oxidado”. También pueden ser debilidades que tengan solución con capacitaciones, práctica o experiencia.
¿Cómo me veo en 5 o 10 años? Se busca que seas capaz de pensar, de tener metas claras a largo plazo y trabajar por ellas. Básicamente que no seas un robot que vive el día a día. Piensa esto en todos los ámbitos de tu vida y sé capaz de diferenciar el ámbito laboral del ámbito personal. Debes ser capaz de demostrar que tienes un plan y que al momento de dar un paso más allá vas a haber considerado las opciones: conciliación trabajo/familia, estudios, viajes, etc. No tengas miedo de decir que quieres irte a estudiar afuera o que tienes ambiciones. Nadie pretende que te quedes para siempre en el mismo lugar de trabajo. Eso sí, no abuses y digas que vas a viajar dentro de tres meses, ya que eso no le sirve a tu empleador.
Piensa en ejemplos concretos que sean atingentes al cargo y que estén relacionados con las habilidades que quieres destacar. Un ejemplo fácil puede ser alguna vez que hayas tenido un reconocimiento público o algún proyecto en el que hayas sido fundamental para su éxito.
Todas nos hemos equivocado alguna vez y lo hemos solucionado. Al igual que en las debilidades, se busca que seas capaz de darte cuenta que te equivocaste y de demostrar que fuiste capaz de salir adelante de manera exitosa.
Infórmate de la organización, del cargo al que postulas y de la industria en la que está inserta. Prepara dos o tres preguntas que demuestren que te informaste. No importa si las preguntas son temas menores o son simples comentarios sobre lo que ya sabes. Lo importante es demostrar que sabes a lo que vas y que te interesa trabajar ahí.
En resumen, es importante mostrarte tal cual eres. De esta forma, quien selecciona va a poder evaluar si te ajustas bien al cargo y a la empresa, lo que va a ser beneficioso tanto para ti como para ellos.
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