Seguramente conoces personas mentalmente fuertes. Las identificas porque a pesar de las adversidades logran salir adelante y superarse. Pero no ha sido fácil para ellos. Estas personas han podido cultivar esta habilidad sólo cuando son conscientes de sus malos hábitos y deciden renunciar a ellos. Es así como logran construir una fuerte capacidad de resiliencia que les permite tener una actitud de agradecimiento y apertura frente a situaciones difíciles.
Todos hemos vivido momentos críticos que pone a prueba nuestra fortaleza mental, pero para que no sean las circunstancias las que manejen nuestras vidas debemos reconocer qué son esas cosas que debemos dejar atrás para poder avanzar y afrontar los retos diarios de la mejor manera posible.
Teniendo en cuenta que no somos lo que nos va sucediendo, sino lo que decidimos hacer con eso que nos pasa, es importante saber que si confiamos en nuestra propia fortaleza estaremos garantizando un buen resultado. Abandonar las quejas, los pensamientos extremistas y las culpas atraerá a nosotros nuevas oportunidades y relaciones que nos ayudarán a desarrollar nuestro potencial.
Decir que es el jefe o alguna situación adversa la que te hace sentir mal significa que le estás entregando el poder a esa persona o situación sobre tus emociones. La única persona que tiene control sobre lo que piensa, siente y hace somos nosotros mismos.
No es un secreto que el cambio genera ansiedad e incertidumbre. Las personas mentalmente fuertes ven esto como una oportunidad para crecer y aventurarse a enfrentar nuevos desafíos. Recuerda que el éxito también depende de nuestra capacidad de adaptación.
El deseo de controlar sólo generará frustración en nosotros, pues claramente la vida no es lo que planeamos sino lo que nos va sucediendo. De modo que si malgastamos nuestro tiempo y energía con personas o situaciones que no dependen de nosotras es mejor dejar que las cosas sigan su propio curso y eso sólo se logra a través de la aceptación.
No es nuestro trabajo hacer feliz a los demás. Si bien podemos ser empáticos y agradables porque somos así, no se trata de complacer a todos y en todo momento. Si hacemos esto estaremos perdiendo de vista nuestra autenticidad y nuestra autoestima dependerá de cómo nos ven los demás. Lo importante es ser nosotros mismos.
Aprender del pasado es saludable porque nos permite reinventarnos, pero vivir en él es quedarnos estancados. La oportunidad que tenemos para hacer las cosas de una forma diferente es ahora. Por eso, si permanecemos en el presente podremos convertir nuestras intenciones en acciones concretas en beneficio nuestro y al servicio de nuestras metas.
Estas son sólo algunas cualidades que las personas mentalmente fuertes han logrado desarrollar. Si te identificas con ellas es porque eres una de esas personas. Pero si crees que aún hace falta fortalecer algunas, ésta es una excelente oportunidad para empezar a aplicarlas en tu vida.
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