Para un buen funcionamiento de una empresa siempre se necesita de un buen líder y su equipo. Por eso debemos conocer cuáles son las características para transformarse en un buen jefe tanto para nuestros empleados como para la compañía.
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Es primordial que el jefe sepa delegar las tareas y responsabilidades en su equipo de trabajo. En eso se basa la productividad y eficiencia cuando todos tienen obligaciones que cumplir. Si un jefe es incapaz de llevarlo a cabo, los objetivos de tu departamento no se alinearán con los de la empresa y tampoco se creará un ambiente de apoyo y confianza entre los colaboradores.
Un buen jefe llega a sus colaboradores de forma respetuosa y directa. Conversa con cada uno de sus colaboradores constantemente para saber sus avances, da feedback de lo logrado y por último y más importante, los involucra haciéndolo parte en la toma de decisiones.
Si no existe una comunicación fluida entre jefe y subordinado no se cumplen los objetivos en el tiempo que se quiere, lo que concluye en desmotivación y poco interés.
Muchos empleados ven cualquier transformación como difícil o peligrosa. El rol del jefe debe ser demostrar a sus empleados que el cambio persigue un avance, que es necesario para seguir creciendo y que es un desafío que como equipo deben lograr para sacar adelante la empresa.
Un jefe se pone en el lugar del empleado y se preocupa por sus ambiciones tanto personales como profesionales contribuyendo al compromiso y lealtad con los colaboradores y la empresa.
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