¿Te ha pasado que no te sientes tan inteligente ni tan capaz como los demás creen que eres? Puede que hayas sufrido o sufras el Síndrome de la Impostora. ¿De qué se trata y cómo detectarlo? En WoomUp te lo enseñamos:
En la década de los 70 la Universidad de Georgia en EE.UU dio a conocer una condición que afectaba tanto a hombres como mujeres, pero se llegó a la conclusión de que éstas últimas las afectaba más. Un 70% de las mujeres ha experimentado alguna vez en su vida el Síndrome de la Impostora.
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El Síndrome de la Impostora es un fenómeno psicológico que nos impide internalizar los logros profesionales: pese a que has tenido triunfos, tu crítica interna te convence de que no mereces estar donde estás. Una situación que no se produce por falsa modestia o excesiva humildad, sino por un factor psicológico que impide creer que tienes las capacidades, la experiencia o incluso la inteligencia para desarrollarte en tu área laboral.
Los científicos definen al Síndrome de la Impostora como “La falta de autoestima para desempeñar un puesto en espacios tradicionalmente masculinos, donde se genera una autopercepción en la que las personas se autoevalúan como menos calificada para un puesto, cargo o desempeño”.
Como una forma de evadir este sentimiento de “fracaso”, las mujeres se sobrecargan de trabajo y rechazan la ayuda del resto. Pero al momento de lograr sus metas le atribuyen su éxito a los esfuerzos extra que hicieron, a la suerte, a los contactos u otros factores externos. Estas razones demuestran que a pesar de que el mérito haya sido completamente suyo, se siguen sintiendo desconectadas de ello.
Las mujeres a diferencia de los hombres, poseen una psicología más emocional y dependiente de los comentarios de su entorno. Pensamientos como “no fui lo suficientemente buena”, “no lo hice completamente bien” o “debí haber dicho algo más inteligente” son pensamientos que demuestran que las mujeres tenemos barreras internas más altas. Somos muy autoexigentes, lo que hace más difícil disfrutar de nuestros logros en el área laboral.
Los estudios avalan que cuando no sabe manejar estos la autopercepción, generalmente el cerebro envía señales al cuerpo para dar a conocer la angustia vivida. Problemas gastrointestinales, jaquecas, dolores y tensión muscular, apatía, insomnio y desorden en los hábitos alimentarios son alguna de sus consecuencias.
A pesar de aquello, el Síndrome de la Impostora no es una enfermedad, sino un conjunto de condiciones que explica que tengamos un determinado comportamiento o forma de ver las cosas.
En WoomUp te damos a conocer una lista de síntomas o hábitos que pueden ayudarte a detectar que padeces de este síndrome:
-Desaprovechar nuevas oportunidades por miedo a no lograrlas.
– No ser capaz de aceptar los cumplidos o minimizarlos con frases como “pude haberlo hecho mejor” o “esto lo puede hacer cualquiera”.
– Quitarse méritos.
-Trabajar más de la cuenta por temor a no estar a la altura.
-Buscar la aprobación de los demás y tener el deseo de impresionar para que los otros confirmen algo que tú misma no crees.
– No expresar tus opiniones por miedo a parecer poco inteligente.
Te invitamos a eliminar estos hábitos y a creerte el cuento. ¡En WoomUp confiamos en ti!
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